Tras quitarse la ropa, el joven se arrodilló y echó pétalos de rosa al cuadro. Los vigilantes del museo llamaron a los policías, que cubrieron al joven con una sábana y se lo llevaron a la comisaría, mientras gritaba "¡Freedom!" ('libertad', en inglés).
Poco después fue puesto en libertad.
Las fotos del joven, tomadas por una guía turística y subidas a Facebook, han sido todo un éxito entre los internautas.