Lipschis ingresó en prisión preventiva a principios de mayo de 2013, pero en diciembre fue liberado por demencia, que no le permite responder ante la Justicia. Ahora podrá cobrar 25 euros por cada día de su encarcelamiento.
Lipschis emigró a EE.UU. después de la guerra, pero le quitaron la ciudadanía estadounidense al salir a la luz su pasado. El hombre reconoció que había servido en una unidad de las SS en Auschwitz, pero insiste que trabajaba como cocinero y que no estuvo involucrado en ningún crimen de guerra.