Jérôme Kerviel, el bróker acusado de hacer perder 4.900 millones de euros al banco francés Société Générale (SG) en 2008, cuando éste ya se encontraba al borde de la quiebra, cruzó la frontera desde Italia a Francia y se entregó a la Policía, según informa el diario 'Le Monde'. Emprendió la acción en respuesta al ultimátum presentado por la Fiscalía gala. Las autoridades francesas le habían advertido que si no se entregaba voluntariamente antes de la medianoche de este domingo, se emitiría una euroorden para su arresto.
Kerviel fue condenado a tres años de prisión por los cargos de fraude, abuso de confianza, instrucción ilegal de redes informáticas y transacciones no autorizadas. El bróker, por su parte, atribuye la condena a las "disfunciones del sistema judicial" y al interés fundamental de SG en demostrar no sólo la culpabilidad de Kerviel, sino en probar que actuó por su propia iniciativa y disipar así las sospechas de que un fraude de tal magnitud no se podía haber forjado sin el consentimiento de sus superiores.