Los extremistas del Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) se han hecho con el control de la instalación de armas químicas Al Mutana, antigua planta de producción de armas químicas de Sadam Husein, que a día de hoy sigue funcionando como almacén de las mismas, informa el diario 'The Wall Street Journal', citando a oficiales anónimos del Departamento del Estado y del Gobierno de EE.UU.
Según ellos, las armas ya están obsoletas, así que es poco probable que los terroristas puedan usarlas.