EE.UU. ha perdido más de 400 vehículos aéreos no tripulados en diferentes países desde el 11 de septiembre de 2001 hasta diciembre de 2013, informa 'The Washington Post'.
Según la publicación, los accidentes se debieron mayormente al fallo de los dispositivos, al factor humano o a condiciones meteorológicas adversas. La mayor cantidad de drones estrellados en este período se registró en en Afganistán (con 67), mientras que en EE.UU. y en Irak se siniestraron 47 y 41 aparatos, respectivamente.