Kao Lian, una joven tailandesa de 23 años, estuvo seis meses sin quitarse las lentes de contacto, por lo que acabó perdiendo la visión del ojo izquierdo, informa 'Daily Mail'.
Los médicos, al separar la lentilla, descubrieron que la ameba Acanthamoeba se había comido parte del ojo de Lian. El microorganismo logró acomodarse entre la lentilla y el ojo debido a la falta de higiene.