"Levántate, sacúdete el polvo" dijo la mandataria, cantando unas líneas de una samba de Paulo Vanzolini. Sus oponentes sugirieron que la catástrofe del fútbol brasileño podría perseguir a Rousseff en las elecciones de este otoño.
"El fútbol no se mezcla con la política", sentenció la presidenta a un pequeño grupo de corresponsales extranjeros.