Los cuatro ataques, en los que han sido derramados más de 8.600 barriles de crudo, han tenido lugar cerca del municipio de Puerto Asís, en el departamento de Putumayo y a unos 515 kilómetros al suroeste de Bogotá. El área de la contaminación todavía no se ha establecido, pero hay un riesgo de infección de las fuentes de agua que alimentan los asentamientos cercanos.