Mary Haglund, la propietaria del restaurante 'Mary’s Gourmet Diner', confirma la reducción de precios en caso de rezar, señalando que ya lleva cuatro años ofreciéndolo a sus clientes. "Para mí cada plato de comida es un regalo", afirmó. "Nunca lo doy por sentado, por eso cuando veo a alguien en el restaurante honrando su agradecimiento en mi mesa, eso sí que me toca el corazón".