Si creía que las conversaciones dentro de su casa eran seguras, será mejor que se lo replante, porque un grupo de investigadores estadounidenses han conseguido obtener sonidos a partir de las vibraciones de objetos cotidianos como una bolsa de patatas fritas o incluso las hojas de una planta, informa el portal 'Business Insider'.
Aunque nos pueda parecer que solo los sonidos altos producen vibraciones notables, en realidad solo con hablar estamos afectando a los objetos de nuestro alrededor de manera normalmente imperceptible.