Los objetivos del viaje se orientan a reforzar la fe católica en el continente asiático y a colaborar con la tensa relación entre las dos Coreas. Antes de regresar al Vaticano, el Pontífice conducirá una misa en la catedral de Seúl, donde "el papa Francisco dirigirá su mensaje a todos los países del continente", comentó el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin.