Según fuentes oficiales del Gobierno de Estados Unidos, citadas por AP, los extremistas del Estado Islámico exigieron 132,5 millones de dólares por el rescate del periodista estadounidense que luego decapitaron, James Foley.
Las demandas llegaron a la familia de Foley
a través de correo electrónico, según declararon fuentes oficiales que se negaron a desvelar las condiciones de las exigencias de los terroristas por no estar autorizados para ello.