En el estado mejicano de Nuevo León un vertido de petróleo ocasionado por una toma clandestina en una de las conducciones ha contaminado seriamente el río San Juan, informa 'Milenio'.
La mancha de crudo es de aproximadamente 6 kilómetros y afecta a más de 5.000 personas. El derrame ha originado varios incendios a lo largo del río. Se estima que los trabajos de limpieza se alargarán al menos medio año.