El ataque por error que dejó cinco soldados estadounidenses y un afgano muertos en el sur de Afganistán en junio pasado, se debió a una descoordinación entre las fuerzas terrestres y aéreas aliadas, según un informe emitido este jueves.
Los investigadores del mando central de EE.UU., que supervisa operaciones en Afganistán, concluyeron que la tripulación del bombardero B-1 cumplió el 9 de junio con una orden sin tomar precauciones para averiguar el verdadero paradero de las fuerzas aliadas, dadas las discrepancias en los informes de tierra al respecto, antes de lanzar dos misiles.
El Ejército y la Fuerza Aérea están estudiando el informe para considerar acciones disciplinarias, informó la agencia AP.