Nuevos documentos filtrados por WikiLeaks revelan que los servicios de seguridad de algunos países como Italia, Hungría, Bélgica, Países Bajos y Australia, entre otros, compraron el programa de vigilancia FinFisher, desarrollado por Alemania.
De acuerdo con WikiLeaks, se trata un programa de vigilancia malicioso usado por los servicios de inteligencia de varios países para espiar a ciudadanos, sobre todo a periodistas y opositores políticos.