Nuevos fósiles de diminutos organismos oblongos que vivieron hace 600 millones de años en lo que hoy es el sur de China están dando a los científicos pistas de cómo los seres vivos pudieron haber pasado de tener una sola célula a ser multicelulares.
Los fósiles pueden representar algas multicelulares tempranas o, posiblemente, embriones de animales antiguos. Estos revelan que las células de los organismos podían diferenciarse en diferentes tipos y que la muerte celular era programada, según informaron los investigadores en una publicación de la revista 'Nature'.