Un habitante de la ciudad de Wigan, en el oeste del Reino Unido, sufrió graves heridas y estuvo a punto de perder una pierna cuando le explotó el cigarrillo electrónico que estaba fumando.
David Aspinal, de 48 años, perdió casi un litro de sangre, tuvo que pasar nueve días en el hospital y deberá someterse a trasplantes de piel para reparar su pierna, informó 'The Daily Mirror'.
El incidente se produjo cuando el dispositivo se calentó y se le encendió en la mano. David lo tiró al suelo y en ese momento el cigarrillo explotó.
Los médicos compararon las lesiones que Aspinal recibió en las piernas con heridas de bala.