El pasado sábado el sacerdote reconoció haber cometido "acciones graves" contra una menor de 13 años y solicitó dos días para preparar una carta pidiendo perdón a Dios, a la Iglesia y a la víctima.
La diócesis pide una oración por el alma del sacerdote y lamenta que el caso no haya seguido "el recorrido canónico y judicial" oportuno.