Tres jóvenes con pasaportes estadounidenses miembros de una misma familia y un ciudadano mexicano perdieron la vida en el estado mexicano de Tamaulipas, fronterizo con EE.UU., después de que se los llevara un grupo de agentes policiales. Estos sucesos se produjeron durante un viaje que realizaron los estadounidenses para visitar a sus padres, residentes en México.
Los cadáveres de dos hermanos y una hermana, que presentaban disparos en la cabeza, fueron encontrados cerca de la ciudad de Matamoros y ya han sido reconocidos por sus familiares. El novio de la mujer, de nacionalidad mexicana, también murió, dice el periódico 'Los Angeles Times'. El diario no especifica si las cuatro personas habían sido formalmente detenidas o secuestradas por los agentes.