El futbolista de este equipo de la cuarta división suiza le pegó un balonazo en la cara al árbitro que dirigía un partido de máximo tensión en el que el SC Worb ganó al Portugal Futebol Clube por 1-0, además de insultar varias veces al colegiado y rociarlo con agua.
El ataque al árbitro no pasó inadvertido para la Federación Suiza de Fútbol. "No queremos a jugadores así en nuestra liga", declaró Robert Breiter, abogado de la liga de fútbol aficionado de Suiza.