El Palacio Blanco, la nueva residencia de Erdogan situada cerca de Ankara, tiene 3.000 metros cuadrados con 1.000 habitaciones, una mezquita de cuatro torres, un búnker antinuclear y una oficina presidencial.
La edificación ha provocado mucha polémica en sociedad turca. “No he hecho nada ilegal. Si tienen suficiente fuerza, que lo derriben. Lo inauguré, entraré y residiré allí”, contesta Erdogan a las críticas.Looks like the caliphate has been restored already @ianbremmer: Turkey President Erdogan's new, modest, palace. pic.twitter.com/wzabySqouZ
— David Frum (@davidfrum) November 1, 2014