Los ataques ocurrieron cerca de la mezquita central de Kano, donde decenas de personas se habían reunido para asistir a las oraciones del viernes cuando una bomba explotó. Los testigos dicen que una columna de humo negro se elevó en la zona.
Mohammed Sanusi Segundo, el emir de Kano y uno de los más importantes líderes religiosos del país, es quien habitualmente conduce las oraciones del viernes en esta mezquita, pero declaró que estaba ausente cuando se produjo la explosión.