Cerca de 5.000 empleados de la empresa ferroviaria Canadian Pacific Railway (CPR) mantienen la huelga que declararon el martes tras el fracaso de las negociaciones con el Gobierno.
De acuerdo a un portavoz de CPR, es probable que el Gobierno trate de aprobar la legislación que obligue a los trabajadores en huelga a volver a sus puestos de trabajo.
El conflicto de la empresa canadiense afecta a las jubilaciones: la directiva busca revisar el sistema para alinearlo al de su competencia con el objetivo de garantizar su competitividad. También se discuten ciertas reglas de trabajo y la gestión del cansancio.
La ministra de Trabajo, Lisa Pratt, dijo que la huelga, que comenzó el pasado miércoles, está afectando a los agricultores y al sector minero, pues había paralizado el servicio de carga en el segundo ferrocarril más grande de Canadá.