El presidente electo de Egipto, Mohammed Mursi, ha pronunciado un juramento simbólico ante una afluencia multitudinaria de sus seguidores en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo. Se ha comprometido a dar un impulso a la economía del país y apoyar al desarrollo del sector turístico.
“Juro ante el Altísimo que conservaré la república, respetaré las leyes y la Constitución, protegeré los intereses del pueblo, sostendré la estabilidad del país y su integridad territorial”, declaró Mursi.
En la víspera del juramento oficial que debe prestar ante el Tribunal Constitucional, avisó que no va a permitir a las autoridades judiciales adjudicarse el poder del pueblo. Reiteró también en varias ocasiones que Egipto es un país para todos: tanto musulmanes, como cristianos.