Las autoridades griegas han descubierto que más de 700 personas que sacaron su dinero del país lo hicieron declarando cuantías menores.
El banco Central de Grecia verifica los movimientos de capitales que salen al extranjero, en cuantías superiores a 100.000 euros para cada traslado. Esta operación se realiza por encargo del país para cotejar las cuentas bancarias de ciudadanos adinerados con sus declaraciones de impuestos.
De momento la verificación afecta sólo al año 2010, cuando se inició la fuga de capitales del país, y como medida de precaución ante el riesgo de que Grecia pueda abandonar de la zona euro.