Dos pilotos del avión presidencial del presidente de Eritrea, Issaías Afewerki, le robaron la aeronave personal y huyeron a Arabia Saudita para pedir asilo político.
Las autoridades sauditas les dieron la bienvenida con una escolta de cazas F-15 y después de que aterrizaron les concedieron el asilo. Se cree que esta acción se enmarca en las protestas contra el régimen impopular de Eritrea que está en el poder desde 1993.
También se informa que los pilotos son conocidos por haber realizado misiones secretas y a veces ilegítimas por orden de Afewerki. Se sospecha que suministraron armas al grupo islámico extremista somalí Al Shabab, vinculado con Al Qaeda.