Según Schalit, aunque le trataron bien casi todo el tiempo, siempre tuvo miedo de no ser liberado jamás. Su receta para no deprimirse era ser optimista. "Intenté centrarme en las pocas cosas buenas que tuve allí", dijo el ex soldado de 26 años.
Tras varios intentos de liberarle por la fuerza, el Gobierno de Israel canjeó a su soldado, en octubre del 2011, por 1000 palestinos encarcelados por Israel.