Colin Farmer, un invidente de 61 años que fue atacado por los agentes de la Policía británica de Lancaster con una pistola eléctrica, va a presentar una reclamación civil contra ellos.
El miércoles pasado los agentes de la Policía le propinaron a Farmer una descarga de 50.000 voltios con este armas, después de que confundieran su bastón con una espada samurái, a cuyo propietario estaban buscando.