El control sobre el destino de los niños rusos adoptados por ciudadanos estadounidenses se intensificará, según el nuevo acuerdo entre ambos países, que ha entrado en vigor este jueves.
Las condiciones prevén una formación específica para los futuros padres adoptivos para obtener el certificado correspondiente y la realización de informes periódicos sobre los avances y las condiciones de vida de los niños rusos en hogares de EE.UU.
El defensor de los derechos de los menores en Rusia, Pável Astájov, subrayó la importancia del acuerdo en vista de los numerosos casos de violación de los derechos de los niños rusos adoptados. Uno de los que más llamó la atención internacional fue el de Artiom Savéliev, quien a sus 8 años de edad fue enviado solo en un avión desde EE.UU. hasta Rusia con una nota de su madre adoptiva donde explicaba que renunciaba al hijo.