La amiga de Petraeus involucrada en el escándalo pide protección diplomática

La estadounidense Jill Kelley, de 37 años, cuyas denuncias al FBI provocaron el escándalo que acabó con la renuncia del entonces director de la CIA, David Petraeus, varias veces ha llamado a la Policía para solicitar "protección diplomática", según grabaciones difundidas por las autoridades.

Kelley  denunció al FBI que había recibido correos electrónicos anónimos con amenazas, que se descubrió que procedían de Paula Broadwell, quien mantenía una relación sentimental con el general Petraeus.