Más de 40.000 personas han tenido que ser realojadas en los campamentos de refugiados levantados por el Gobierno de Filipinas ante la llegada del tifón Bopha.
El tifón entró la mañana de lunes por la isla de Mindanao, en el sur del país, con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y copiosas lluvias y, si no varía su rumbo actual, atravesará el archipiélago filipino de este a oeste, indicó el servicio meteorológico filipino.
Se espera que el tifón sea el más fuerte en golpear el país este año y cerrará la temporada de tifones en Filipinas, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre. Este agosto unas 180 personas perdieron la vida tras el paso de varios huracanes en Filipinas.