El segundo banco británico más grande, el Standard Chartered, aceptó pagar 327 millones de dólares en concepto de una multa impuesta por EE.UU. La razón para penalizar a una entidad de un país aliado fue la infracción al régimen de sanciones contra Irán.
En agosto pasado el banco ya había abonado multas por 340 millones a favor del Departamento de Servicios Financieros de Nueva York. Los beneficiarios de este nuevo tramo serán la Reserva Federal de EE.UU., el Departamento de Justicia y la Fiscalía General del condado de Nueva York.
Al Standard Chartered se lo inculpa de haber pagado 250 millones de dólares a personas residentes en Irán. Esas transacciones consideradas sospechosas fueron realizadas a través de la sucursal neoyorquina de la entidad.