El conservador Partido Liberal Demócrata ganó las elecciones parlamentarias en Japón y presentó a su líder, Shinzo Abe, como futuro primer ministro del país. Abe ya había desempeñado el mismo cargo entre 2006 y 2007.
Al enterarse del resultado en las urnas (que entregaban a su partido una mayoría absoluta en la Dieta), el político japonés hizo importantes declaraciones sobre asuntos internacionales.
Ante todo declaró su "objetivo de poner fin a la reivindicación china sobre las islas Senkaku". Dijo, además, que "cuenta con resolver el problema territorial" con Rusia y concertar un tratado de paz bilateral. Entre otras prioridades, Abe mencionó el fortalecimiento de la alianza militar japonesa con EE.UU.