Las autoridades chinas han detenido en varias zonas del país, desde principios de mes, a 93 miembros de sectas y otras organizaciones que han difundido rumores sobre un presunto fin del mundo este próximo 21 de diciembre, según la agencia oficial Xinhua.
La policía se ha incautado de discos, libros, pancartas e impresoras usadas para diseminar estos mensajes. Algunos chinos se han aprovechado de estos temores vendiendo artefactos o vehículos que supuestamente pueden salvar a sus pasajeros del apocalipsis.
Otras noticias han tenido carácter más trágico, como el ataque que un lunático en una escuela de Henan donde hirió a 22 niños.