Una de las mujeres es Fidan Dogan, de 32 años, trabajadora del centro cultural kurdo, mientras que las otras dos, Sakine Cansiz y Leyla Soylemez, estaban de paso en la ciudad y eran activistas políticas. Una de ellas había participado en la creación del Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
El ministro francés del Interior, Manuel Valls, indicó que "es demasiado pronto para hacer comentarios". La comunidad kurda de París, por su parte, ya ha anunciado la organización de una manifestación en protesta por el crimen.