No había "ninguna solución aceptable", por eso "tuve que recurrir al instrumento de último recurso que representa la nacionalización", explicó el ministro de Finanzas holandés y nuevo presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Como consecuencia de la nacionalización el consejero delegado del banco, el director financiero y el presidente del consejo de supervisión han dimitido.