La investigación se inició en 2011 tras una querella entablada por el Partido Comunista de Chile para esclarecer la verdadera causa de la muerte de Neruda y basada en las declaraciones de su antiguo chófer, Manuel del Carmen Araya.
Según Manuel Araya, los agentes del régimen militar envenenaron a Neruda con una inyección en el estómago en el hospital capitalino en el que estaba ingresado.