El Vaticano niega haber ejercido ninguna presión sobre los americanos para guardar secreto.
Sin embargo, la portavoz de los cardenales Americanos, la Hermana Mary Ann Walsh, señaló que esta medida se ha tomado a raíz de la preocupación expresada por otros cardenales "por las filtraciones de detalles confidenciales publicadas en diarios italianos”.