Los mineros se encuentran atrapados a 600 metros bajo tierra en la mina de Rudna, a unos 400 kilómetros al suroeste de la capital polaca, y no ha habido ningún contacto con ellos desde hace dos horas, añadió Wyborski.
"La operación de rescate es difícil debido a la enorme cantidad de rocas que tienen que ser desplazadas", señaló el portavoz.