Estados Unidos y Corea del Sur han firmado un plan para hacer frente a las posibles provocaciones del Norte, un documento que amplía los poderes militares de EE.UU.
El plan supone una respuesta conjunta en caso de incursión o ataque limitado por parte de Corea del Norte, según explicaron algunos funcionarios.
Conforme al plan, el Sur podrá contar con la ayuda de EE.UU. si Pyongyang cumple sus recientes amenazas, por ejemplo, si ataca remotas islas surcoreanas.
El plan otorga más facultades militares a EE.UU. que, antes del plan, debía unirse al mando militar solo en caso de guerra.