Las Fuerzas Armadas de Brasil incorporaron dos aviones no tripulados a su flota de vigilancia fronteriza con los países del Cono Sur, con el fin de controlar el narcotráfico y las actividades ilegales que allí tienen lugar.
Los drones de alta tecnología fueron adquiridos por 24 millones de dólares, según el periódico paraguayo 'La Nación', que acusa a Brasil de realizar "espionaje". De esta forma, los militares brasileños amplían la base del llamado escuadrón Horus de dos a cuatro aeronaves.