Más de tres meses después de la masacre en el estado estadounidense de Connecticut que dejó 26 muertos, incluyendo a 20 niños, los legisladores del estado aprobaron una serie de nuevas regulaciones sobre la compra y posesión de armas de asalto.
La iniciativa contempla la prohibición de nuevas ventas de cargadores con capacidad para más de 10 balas, así como la verificación de antecedentes de los que quieran comprar armas de fuego y la introducción de nuevos certificados estatales de elegibilidad para la adquisición de cualquier rifle, escopeta o munición.
El pasado miércoles, la ley fue aprobada por el Senado estatal por 105 votos a favor y 44 en contra.
Según el senador estatal Donald Williams, después de semanas de negociaciones lograron acordar "la legislación más fuerte y más completa de EE.UU." sobre el control de armas.