En su nuevo paso hacia la "iglesia pobre", el papa Francisco ha cancelado el bonus anual de alrededor de 33.000 dólares que solía recibir cada uno de los cinco cardenales, que forman la Comisión de control del Banco del Vaticano. De este modo los cardenales percibirán únicamente su sueldo, que es de alrededor de 6.500 dólares mensuales.
El Banco del Vaticano ha sido objeto de críticas en los últimos años por supuestos lavados de dinero.