Un tribunal brasileño ha ordenado que un grupo de unos 200 indígenas (que ocupa las obras de la polémica represa de Belo Monte, en plena selva amazónica) sea desalojado del lugar a fin de que continúen los trabajos, informaran fuentes judiciales.
En total son ocho etnias las que ocupan el lugar desde hace una semana para exigir la paralización de las obras, pues sostienen que la represa causará un desastre medioambiental en el río Xingú, en el norteño estado de Pará.