Microbiólogos chinos entregaron a sus colegas rusos una cepa del nuevo virus H7N9, que ya se ha cobrado 30 vidas en el país asiático.
"De momento la situación está bajo el control. China nos proporcionó amablemente una cepa [del virus] y tenemos previsto estudiarla desde el punto de vista genético, probar su inmunogenicidad [la capacidad de un antígeno para inducir una respuesta inmune] y considerarla como una cepa candidata para una posible vacuna”, señaló el jefe de la máxima autoridad sanitaria rusa, Guennadi Oníschenko.
Según los últimos informes, unas 130 personas están contagiadas.