El Servicio Penitenciario Federal de Rusia (FSIN, por sus siglas en ruso) ha puesto en marcha un proyecto a gran escala para crear una base de datos genéticos de todos los prisioneros del país, informa el periódico ruso 'Izvestia'.
Primeramente se recopilarán muestras de ADN de los condenados por delitos graves y muy graves (como asesinatos, robos y asaltos), para lo cual el Servicio Penitenciario Federal ha encargado alrededor de 200.000 muestras, en las que gastará más de 2,5 millones de dólares.
A esta base de datos podrán tener acceso todas las fuerzas de seguridad rusas. Los marcadores de ADN serán utilizados para resolver crímenes, localizar prisioneros que se hayan escapado o prevenir intentos de fuga. Según la representante oficial del Servicio Penitenciario Federal, Kristina Beloúsova, esta base de datos genética empezó a elaborarse el año pasado.