Un grupo de 'hackers' chinos se han apoderado de los planos secretos, incluyendo los documentos de los diseños de los sistemas de comunicación y ubicación de servidores, del nuevo edificio de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO, por sus siglas en inglés), afirmó el canal ABC del país oceánico.
La nueva sede, con vistas al lago Burley Griffin de Canberra y que tuvo que haber sido inaugurada el pasado abril, habría costado alrededor de 630 millones de dólares. El ataque habría afectado a la página web de uno de los contratistas del proyecto a través de un 'golpe cibernético'.