La necesidad de sangre y productos sanguíneos se incrementa cada año, mientras que muchos pacientes todavía no tienen acceso a sangre, advierten los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según ellos, los países deben aumentar la producción, pero la calidad de sangre no debe caer.
Para ello, la OMS insta a todos los países a obtener el 100% de su suministro de sangre y productos sanguíneos de donantes voluntarios no remunerados antes de 2020.
En 2011, hubo casi 83 millones de donaciones de sangre en todo el mundo.