El Gobierno de EE.UU. decidió reducir el personal de su embajada en El Cairo y permitió a una parte de los empleados de la misión diplomática que abandonen el país. Asimismo, recomendó a sus ciudadanos que se abstengan de viajar allí.
La decisión se tomó poco después de que se diera a conocer que durante los disturbios en Alejandría el 28 de junio murió un ciudadano estadounidense. Según las autoridades locales, el hombre, de 21 años de edad, que trabajaba en el centro cultural de EE.UU. en Alejandría, fue asesinado a puñaladas mientras fotografiaba las manifestaciones que tenían lugar en la ciudad.