La saudita Meshael Alayban, casada con un príncipe de su país, ha sido acusada de tráfico de personas por la presunta esclavitud de una trabajadora doméstica keniana, informan fiscales de California, EE.UU., donde Alayban se encontraba desde mayo.
La ciudadana keniana contó que le habían prometido un salario de 1.600 dólares al mes, pero que realmente le pagaban solo 200 dólares mensuales.
Tras estudiar el caso, el juez fijó una fianza de cinco millones de dólares para la princesa saudita, que también debe someterse a control GPS y no puede abandonar EE.UU. sin autorización previa. Alayban, de 42 años, se enfrenta a una pena de hasta 12 años de prisión.